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Te responderemos enseguida, mientras puedes ver más abajo alguna de las dudas más frecuentes que pueden coincidir con tu caso.

Preguntas frecuentes

Aunque el código civil no tiene un plazo, la doctrina judicial establece 30 años, pero hay excepciones según la comunidad autónoma.

 Inicialmente el certificado de defunción. Dependiendo de tu caso, pediremos más documentos.

 La funeraria suele proporcionarlo, si no, podemos ayudarte a obtenerlo.

En caso de desacuerdo entre los herederos, es recomendable intentar una mediación para llegar a un consenso. Si esto no fuera posible, se puede solicitar una intervención judicial para que el juez determine la mejor forma de repartir los bienes. Nuestro servicio incluye asesoría y apoyo durante todo este proceso.

Si el fallecido no dejó testamento, se dice que ha fallecido «intestado». En estos casos, se debe realizar una Declaración de Herederos Abintestato. El orden de sucesión lo determina la ley y, generalmente, se sigue un orden de parentesco. Es un proceso que puede ser más largo y complejo que si existiera un testamento.

El albacea es la persona designada, ya sea por el testador en su testamento o por un juez, para asegurarse de que se cumplan las últimas voluntades del difunto y se lleve a cabo la administración y distribución de la herencia según lo establecido. Ser albacea implica una gran responsabilidad y es quien se encargará de gestionar los bienes mientras se realiza el reparto entre los herederos.

Depende de la complejidad y acuerdos entre herederos, pero trabajamos para agilizarlo.

Esta modalidad limita tu responsabilidad sobre las deudas del difunto, protegiéndote de deudas futuras.

Sí, tras estudiar tu caso, te expondremos todas las opciones para que tomes la mejor decisión.

No. La renuncia a una herencia es un acto irrevocable. Una vez que se ha formalizado la renuncia ante notario, no es posible revertirla. Por eso, es crucial estar seguro de esta decisión y conocer todas las implicaciones antes de proceder.

Al aceptar una herencia, no solo se adquieren los bienes, sino también las deudas. Si estas superan el valor de los bienes, los herederos tienen la opción de aceptar la herencia «a beneficio de inventario». Esto significa que solo responderán a las deudas hasta donde alcance el valor de los bienes heredados, sin comprometer su patrimonio personal.

Aunque no es obligatorio contar con un abogado para tramitar una herencia, es altamente recomendable debido a la complejidad legal y fiscal del proceso. Un especialista en herencias puede guiar a los herederos a través de todos los pasos, asegurando que se cumplan todos los requisitos y se aprovechen posibles beneficios fiscales.